El de
Moonrise Kingdom no es un álbum que incluya bandas Indie o clásicos de rock, y
ni falta le hace. Alexandre Desplat (The Curius Case Of Benjamin Button y
Fantastic Mr. Fox) colabora de nuevo con Wes Anderson (The Royal Tenenbaums),
para crear un ambiente musical que evoca a la perfección su nuevo reino hasta
el último detalle.
Tonos
amarillos, la inocencia, un ambiente reconfortante, una playa, un niño, una niña,
una maleta llena de libros y discos, un gato y un tocadiscos son algunos de los
elementos musicalizados a la perfección con melodías que poco a poco elevan sus
notas hasta perderte en una orquesta completa, todo esto con el único fin de
celebrar el primer amor, aquel que a todos nos hubiera gustado vivir de manera
tan onírica.
Melodías
divididas en capítulos con narraciones por el protagonista que recuerdan la
clásica Pedro y el Lobo, y siguen con la línea descriptiva de Anderson, nos
llevan mediante percusiones, xilófonos, algunos coros, flautas, clarinetes y
saxofones a recorrer el más puro amor a través de los oídos de un niño,
comenzando de manera sencilla y subiendo poco a poco el tono hasta conformarse
una orquesta que emula los puros y complicados sentimientos de los
protagonistas.
En este
caso la música no es incidental, no funge como un aditamento a la película, es
parte fundamental de este reino, es lo que une a los personajes con el
ambiente, es descriptiva, es lo que nos lleva de la mano a través de la
historia; y con Desplat a cargo de este recorrido, dan ganas de vivirlo una y
otra vez.
Un punto
clave del recorrido es la canción francesa Les Temps De L’Amour de Francoise
Hardy, que celebra la plenitud del amor, la felicidad con la que se vive y esa
perfección que hace que cualquier momento a lado del ser amado; una pelea a
muerte, caminado en la montaña, leyendo o mirando el mar, sea perfecto.
Celebrar
el primer amor y la inocencia con la música de Alexandre Desplat siempre será
una experiencia inolvidable, que tal vez no evoca la vivencia propia pero hace
que la sintamos nuestra.
Es esa pureza poética, lo que hará que este soundtrack
sea escuchado más de una vez.
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