El hierro también se oxida


Acabo de ver Iron Man 3, no por falta de ganas, pero sí por falta de tiempo y además porque, aunque suene a mentira, a pesar de que los cines exhiben la película en el 90% de sus salas, no encontraba boletos; finalmente la vi, y lamento informar que no fue nada de lo que esperaba.

Esta afirmación no implica puras cosas negativas pero sí que al final de todo hasta las franquicias más fuertes deben aprender a retirarse con dignidad y con la gloria con la que comenzaron y no estirar de más una historia que no tiene a más donde ir; ese es el principal problema de Iron Man 3, la historia transcurre después de lo sucedido con los Avengers en NY y se muestra un Tony Stark atormentado, asustado y nervioso, pero jamás se explica realmente cuál es la causa, sabemos perfectamente de la personalidad de nuestro antihéroe, pero no dar explicaciones tan necesarias hacen de numerosas escenas de la película un sinsentido repetitivo que abusa de los efectos especiales.

Una agradable sorpresa es ver a Ben Kingsley en una faceta tan distinta a la que había presentado anteriormente, dota al personaje de un cinismo sin igual; es un excelente villano para ésta película, representa a la perfección el espíritu que rodea a Tony Stark/Iron Man; y no duda en hacer una crítica mordaz y certera de la manipulación.

Lo que vemos en pantalla es una caída libre de uno de los súper héroes más carismáticos que había habido en el séptimo arte y cómo poco a poco percibimos que el paracaídas que debía haberse abierto, parece no funcionar; sobre todo hacia el final, la historia se va tornando cansada, y por momentos tan irreal que ni siquiera que se trate de un cómic puede perdonar semejantes giros de tuerca, es más, ni siquiera la escena de los créditos finales es digna de esperar más de 10 minutos más en la sala.

Técnicamente la cinta es impecable, los efectos son excelentes y hacen de cada escena de acción un festín de luces colores y explosiones.

Algo que debió haber sido uno de los mejores estrenos del año ha quedado opacado, con muy poco brillo después de haber vencido a unos cuantos extraterrestres.





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