Todo o nada, la gloria o el
infierno, el odio o el amor; nada se toma a la ligera, nada se mide a medias
tintas en la psique de Jim Bennett, y por lo tanto apuesta todo lo que tiene,
hasta ganar lo más que pueda para luego volver a perderlo sin mayor miramiento,
lo que no lo hace un simple adicto al juego, sino un personaje que se complica
gratuitamente la vida endeudándose estúpidamente con mafiosos.
Y así comienza éste remake
dirigido por Rupert Wyatt, basada en la película de 1974 del mismo nombre, en
donde actuaba James Caan; con un protagonista que no se preocupa por sobrevivir
y cuya mayor tristeza en la vida es la indiferencia que ésta le inspira.
Rupert Wyatt hace un excelente
trabajo con ésta historia, y esto es difícil de encontrar hoy en día, un remake
que valga la pena, Mark Wahlberg convence en su papel y Jessica Lange sigue
demostrando que así sean cinco minutos en pantalla, los hará valer cada segundo.
Con un soundtrack que va desde
Rodríguez hasta Cole Porter, pasando por un fabuloso Pulp y unos memorables
Easy Star All-Stars; es una película que vale la pena ver.
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