Xavier Dolan, el director
canadiense al que todos han volteado a ver, estrena su sexta película “Mommy”,
la cual también escribe; nos cuenta la historia de Diane Deprés, quien vive en
una Canadá ficticia en donde existe una ley que permite que los padres que no
puedan hacerse cargo de sus hijos problemáticos puedan abandonarlos en un
hospital.
Casualmente ella cumple todos los
requisitos para aplicar ésta ley, es viuda y su hijo Steve es un chico carismático
y problemático, quien además de ser hiperactivo padece de hiperquinesia, una
enfermedad que afecta mínimamente al cerebro pero crea conductas de
impulsividad irracional. Y ahora Steve regresa a vivir con ella porque es
expulsado de la escuela por causar un incendio.
Diane está dispuesta a demostrar
que el uso de la ley no es necesario y que el amor y la paciencia lo podrán
todo, con ayuda de su enigmática vecina Kyla, formando una familia muy singular
en donde todos se aceptan con sus defectos y verdaderamente creen que el amor
puede solucionar muchos de sus problemas.
Xavier Dolan a sus apenas 25 años
es ya un director consagrado que demuestra que la edad nada tiene que ver con
la inteligencia y el talento; en ésta ocasión el juego visual que realiza con
el tamaño de la imagen es un claro ejemplo de cómo nos sentimos cuando tenemos
problemas o cuando somos felices, el
soundtrack es impecable, cada una de las canciones dura completa y no se siente
forzado, no es una demostración de pericia musical, va más allá, no elige las
canciones para demostrar nada, más que para complementar muy acertadamente las
situaciones que sus personajes viven.
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