Del mismo estudio que creó a los
fabulosos Wallace & Gromit, Aarmand, ahora podemos ver en pantalla grande
las aventuras de una pequeña oveja que lo único que quería era salir un poco de
la rutina de la granja en donde vive con su familia y el granjero que poco a
poco ha ido perdiendo el amor hacia lo que hace gracias a la rutina.
Menos es más, y ésta película es
una clara muestra de que esa frase es cierta, hecha con stop motion y con
diálogos muy mínimos, es una película que no necesita de nada más para atrapar
y para hacer valorar, a quien la ve, esas pequeñas cosas y bondades de la vida.
La sencillez de la trama y la
ternura de la historia y los personajes hacen de ésta película algo muy
peculiar en la cartelera actual en donde mientras más violencia, sangre,
acción, diálogos rimbombantes y efectos especiales mejor; es bueno tomar un
respiro de las megas producciones y apreciar una obra que apela a la
simplicidad como un valor y no cómo una carencia en su realización.
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