La más reciente película del director indio M. Night Shyamalan
regresa a sus orígenes con una historia llena de preguntas, misterio y vueltas
de tuerca que logran esa sorpresa de la que dejó de ser capaz en sus trabajos
anteriores.
“Split” o “Fragmentado” cuenta la historia de un secuestro,
tres jóvenes desaparecen luego de subir al auto del padre de una de ellas, pero
al parecer no es un misterio quién es el secuestrador, pues muestra su rostro y
no trata de ocultar su identidad; pero no todo es tan secillo y es justamente
esta pieza clave de la que Shyamalan ha vuelto a tomar posesión, sabe cómo
tratarla, sabe cómo crear enredos, dudas, sospecha de los protagonistas hasta
no saber quién es realmente quién, y qué mejor protagonista que uno con 23
personalidades distintas.
James McAvoy, el protagonista, se da rienda suelta con el
histrionismo e interpreta muy convincentemente a una mujer madura, un hombre
obsesivo compulsivo e incluso a un niño.
Split resulta una película en donde vemos a un Shyamalan
bebé que comienza nuevamente a caminar, con tropiezos, pero no con falta de
originalidad.
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