En un mundo en donde la realidad es más terrorífica que
cualquier payaso caníbal, la ópera prima de Jordan Peele, funciona como película
de terror a la vieja usanza, en dónde no era necesario un monstruo o zombies,
sólo un grupo de humanos con ideas radicales.
Y es esa premisa tan sencilla la que da vida a una de las
mejores películas que he visto en el año, destaca la actuación de Daniel
Kaluuya( a quien ya habíamos visto sufriendo en Black Mirror), como el novio
preocupado por conocer a los padres de su novia, una preocupación que no
debería ni siquiera de existir, pero el hecho de que el racismo pasivo-agresivo
siga vigente, ahora más que nunca en Estados Unidos sirve como columna
vertebral para ésta historia en donde la familia caucásica de Rose (Allison
Williams, Girls) reciba a Chris (Daniel Kaluuya) en una casa en medio de la
nada, con una preocupante amabilidad, que sólo se incrementa al ver que quienes
ayudan a la familia en la casa son todos afroamericanos.
Asusta más un monstruo lleno de ideas retrógradas, que uno con dientes afilados y garras.
Comments
Post a Comment