La pasada entrega
de los Oscares ha sido, según mis recuerdos una de las más políticamente
correctas de los últimos años, los premios no fueron realmente una sorpresa,
Guillermo del Toro se llevó las estatuillas de Mejor director y Mejor Película
por “La Forma del Agua”, y a pesar de enfatizar un poco en su condición de
inmigrante al dar su discurso, no provocó mayores emociones, y es un poco triste
viendo lo que pasó en los Globos de Oro mientras gritaba “porque soy mexicano”,
lo de los Oscares pareció mero protocolo cumplido.
Como Mejor Actor
y Actriz ganaron Gary Oldman, con su impecable carrera y Frances Mc Dormand
quién a pesar de ser una de las mejores actrices está subvalorada, y fue la
única que alzó un poco mas la voz a cerca de las inequidades de género que hay
en la industria acorde a la paga y las oportunidades laborales, pero de nuevo
nada que haya levantando cejas en ningún lado.
Para Mejores
Actor y Actriz de Reparto los ganadores estaban igualmente ya más que
anunciados, Sam Rockwell en el que puede ser el mejor de su carrera hasta ahora
y Alisson Janney con una interpretación que demuestra que no sólo sirve para la
comedia.
La noche fue muy
tranquila y sin sorpresas, las interpretaciones musicales impecables y la
estatuilla para Coco como Mejor Música Original y Mejor Película animada a
pesar de ser muy vitoreadas no causaron emoción y es porque ya sabemos que
Pixar siempre gana, a pesar de competir con obras maestras, literal, como la
película de Van Gogh.
Para el equipo de
Christopher Nolan con “Dunkerke” fue una gran noche, se llevaron las estatuillas
por Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Edición de Sonido, ambos premios muy
merecido a pesar de que mi corazón quería que Baby Driver se llevara estos
premios.
En general fue
todo lo que esperábamos en cuanto a premiaciones y sin sorpresas, esperemos el siguiente
año corran muchos más riesgos.
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