Porque después de ver Lady Bird todos nos preguntamos qué había pasado con Diablo Cody, solo por relacionarla como otra gran guionista al estilo de Greta Gerwig, por fin llega la respuesta, ha estado escribiendo sobre las amarguras de la maternidad contemporánea.
Porque las expectativas sobre las mujeres, a pesar de todo siguen siendo sobrehumanas, es justo éste el sentido de “Tully”, protagonizada por Charlize Theron, quien ya había trabajado con Diablo Cody para la película “Young Adults” y Mackenzie Davis protagonista de uno de los mejores capítulos de Black Mirror “San Junipero”.
Marlo es una madre de dos hijos en espera del tercero, vive modestamente en un barrio estadounidense con su esposo Craig quien no es una mala persona pero para el caso tampoco es un gran esposo, y se enfrenta ahora al problema de tener tiempo para cuidar a todos sus hijos. La solución llega a manos de su hermano, una niñera nocturna, que como el nombre indica llega cada noche a tu casa a cuidar a tu bebé para que puedas dormir.
Con esta premisa Diablo Cody enfrenta al público a una realidad que sólo las que han tenido hijos pueden entender, y no es solo el ya conocido desvelo constante, es el perderse como ser humano para entrar en una nueva dimensión en donde reencontrarse, volverse a crear y a tener conciencia de ser un individuo nuevamente, luchando contra la idea antigua de entregarse por completo a los hijos.
La mancuerna Diablo Cody como guionista y Jason Reitman como director juntan con ésta tres películas, ninguna con el éxito que obtuvo su primera colaboración, Juno; pero con la misma calidad.
Una película bastante recomendable para entender un poco más la maternidad y ver que definitivamente no es para todas.
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