Amy Schumer lo hace de nuevo protagonizando una película en donde el amor propio es lo más importante que podemos tener.
Renee Bennet es una mujer llena de inseguridades, que no cree que hasta que tenga un cuerpo perfecto puede valer para el mundo incluso de manera profesional, cuando en una clase de spinning cae y se golpea la cabeza despierta convencida de que ha cambiado y ahora es la persona que quería ser desde siempre, una mujer delgada, sin imperfecciones, y esta nueva seguridad hace que por fin se decida a ser ella misma frente a todos, aunque la realidad sea que no ha cambiado nada.
Con el mensaje en el que Amy ha creído de manera constante sobre no avergonzarse de su cuerpo aunque no sea perfecto, esta película muestra de una manera cómica cómo la seguridad en uno mismo es mucho más poderosa que un cuerpo perfecto y que incluso las mujeres a las que se todos consideran perfectas tienen los mismos problemas.
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