Por fin podemos saber cómo es que surgió ésta tradición en donde por una noche todo acto de violencia es permitido.
Con un gobierno derrocado en el gobierno quedan los Nuevos Padres fundadores de América entre los que surge la idea de realizar un experimento para disminuir la violencia en el país y consiste en una noche de violencia sin repercusiones en Staten Island, la gente puede no quedarse en la isla pero si lo hacen recibirán una bonificación de 5 mil dólares.
Con Michale Bay en la producción, escrita por James DeMonaco el responsable de todas las películas anteriores en la saga y dirigida por Gerard McMurray es una película que pudo haber tenido una profundidad en la historia que maneja, siendo el origen de un experimento social pero queda en muy pocos momentos de reflexión y mucho más sangre.
Sigue con la línea que han tenido las otras películas, gente que se sale de control ante tanta libertad y gente que simplemente trata de sobrellevar la noche, todo visto desde un punto muy simplista en donde la violencia es lo más importante y no lo que lleva a los protagonistas a formar parte de esto en cualquiera de los papeles.
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