Con un nombre que alude a una película de James Bond ésta película protagonizada por Mila Kunis y Kate McKinnon es escrita y dirigida por Susanna Fogel y es la historia de Audrey, cuyo novio la deja por mensaje y del cuál termina descubriendo que es un espía.
Pero las cosas se complican mucho más cuando la involucra en su última misión dejándola en medio de asesinos, viajes e intrigas. Acompañada siempre por su amiga Morgan, ésta película es mucho mejor en papel que en la pantalla grande.
Con un guión que pudo haber dado para más y que pudo haber tenido momentos memorables la película lamentablemente no llega a nada, los personajes realmente no tienen un desarrollo y solo los vemos interpretando un papel específico sin mostrar absolutamente nada más de ellos, desde el personaje principal sobre el cual no tenemos ni un solo dato más el hecho de que trabaja como cajera en un supermercado, tiene un novio espía y es buena en los videojuegos.
El personaje que interpreta Kate McKinnon es aún peor porque en el afán de dotar todo de un feminismo comercial que se nota falso desde el primer momento es insufrible, no es natural la actitud del personaje, no se siente como una persona genuina y se antoja más como una persona muy falsa que simplemente hace lo que está de moda y no tiene personalidad, por muy interesante o mística que la quieran hacer ver.
Es una tristeza que la directora, quién co escribe también la película haya tenido una buena idea y la haya destrozado en la realización, y ni la personalidad de las actrices protagonistas puede salvarla.
Pero las cosas se complican mucho más cuando la involucra en su última misión dejándola en medio de asesinos, viajes e intrigas. Acompañada siempre por su amiga Morgan, ésta película es mucho mejor en papel que en la pantalla grande.
Con un guión que pudo haber dado para más y que pudo haber tenido momentos memorables la película lamentablemente no llega a nada, los personajes realmente no tienen un desarrollo y solo los vemos interpretando un papel específico sin mostrar absolutamente nada más de ellos, desde el personaje principal sobre el cual no tenemos ni un solo dato más el hecho de que trabaja como cajera en un supermercado, tiene un novio espía y es buena en los videojuegos.
El personaje que interpreta Kate McKinnon es aún peor porque en el afán de dotar todo de un feminismo comercial que se nota falso desde el primer momento es insufrible, no es natural la actitud del personaje, no se siente como una persona genuina y se antoja más como una persona muy falsa que simplemente hace lo que está de moda y no tiene personalidad, por muy interesante o mística que la quieran hacer ver.
Es una tristeza que la directora, quién co escribe también la película haya tenido una buena idea y la haya destrozado en la realización, y ni la personalidad de las actrices protagonistas puede salvarla.
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