Éste año Hitchcock tuvo una exposición especial con una retrospectiva de su trabajo en la Cineteca Nacional y como parte de esta celebración al maestro del suspenso algunas de sus películas más representativas se están exhibiendo en algunas salas, la primera fue Vértigo, una película de 1958 protagonizada por James Stewart y Kim Novak en donde un policía casi cae de un tejado persiguiendo a un criminal y su compañero al tratar de ayudarlo, muere dejándolo con un miedo hacia las alturas por el que se ve en la necesidad de retirase y vivir una vida más tranquila, tiempo después un ex compañero de su escuela lo invita a verse y le propone un nuevo trabajo, vigilar a su esposa, quien cree ha sido poseída por el espíritu de una mujer que murió hace mucho tiempo y puede llevarla al suicidio, pero no todo sale como se pensaba y se enamora de la esposa de su amigo y las cosas no terminan bien.
Es una película que lleva las emociones del espectador de cero a un millón en segundos manteniéndolo al borde el asiento toda la película, y justo eso fue lo que me pasó, durante toda la película no pude parpadear.
Hitchcock lo logra hasta nuestro tiempo, sus películas siguen siendo muestras de cómo el suspenso puede cargar por completo con una historia que podría sentirse sencilla pero mirando mas de cerca es todo menos eso.
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