Esta película de Gus Van Sant estaba planeada para desde 1990 y Robin Williams quería ser el protagónico de éste proyecto, pero la producción tardó demasiado en desarrollar la historia y fue hasta ahora que pudo realizarse.
Basada en las memorias de John Callahan, un caricaturista muy famoso en Estados Unidos quien destacó por su trabajo de humor negro, mordaz y no siempre correcto, además de ser cuadripléjico, condición causada por un accidente que cambió su vida por completo, no es una película de superación personal convencional.
Protagonizada por Joaquin Phoenix en el papel de Callahan y en donde nos demuestra nuevamente su gran capacidad histriónica acompañado también por Jonah Hill como Donnie Green, un millonario gay líder de un grupo de alcohólicos anónimos en donde están también Kim Gordon y Beth Ditto; además de Rooney Mara como Annu, la compañía y roca de Callahan.
Es una película que navega en el lado convencional de Gus Van Sant, en el cual no le había ido tan bien como hasta ahora en donde muestra que las películas sobre vencer el infortunio y ser una mejor persona no necesitan ser melosas y protagonizadas por héroes sin defectos, simplemente tienen que ser reales.
El ser auténtico, aceptarse con los errores que ha vivido y aprender de ellos es la mejor lección que Callahan nos muestra, no tienes que ser prefecto, simplemente encontrar la mejor manera de lidiar con tus problemas que baste para poder ser una mejor versión de quien realmente eres, sin moralejas y con la capacidad de reírte de ti mismo en las peores situaciones y un poco de los demás.
La película es un viaje surrealista por la vida de un huérfano, alcohólico y resentido personaje que se dará cuenta que no tiene que ser prefecto para poder ser feliz, o tomar alcohol, simplemente lo que necesitaba era aceptarse.
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