Un
hombe mitad japones, mitad británico, un grupo de samurais, una ciudad
gobernada por un líder justo y bondadoso, un amor prohibido y un hombre lleno
de ambición que no duda en romper todo código de honor con tal de lograr su
cometido; éstos son los elementos de “47 Ronin”, que narra una historia basada en una de las
leyendas más antiguas de Japón, en donde un grupo de samurais queda a la deriva
cuando su líder y gobernante muere, viviendo en la deshonra, hasta que deciden
que la única manera justa de vivir y morir es vengando la injusticia cometida
en contra de su líder.
Carl
Rinsch, dirige ésta versión cinematográfica que se toma bastantes libertades
con la historia, pero que logra sorpendentemente un resultado bastante
entretenido y con pocas condescendencias.
Con
nombres como Keanu Reeves (Matrix) y Rinko Kikuchi (Pacific Rim) en el cartel,
ésta película mezcla la cultura antigua con elementos recurrentes de las
películas samurais estadounidenses, es decir la típica historia del occidental
que es sorprendentemente más superior que los orientales y les salva la vida
porque es un héroe bondadoso. Aún con éste detalle, “47 Ronin” no decepciona,
cumple con una perfecta dósis de efectos especiales, peleas, brujeria, samurais
y amor.
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