¡El Tour de cine francés sigue presente en el DF!
Y aquí cuatro que no deben perderse:
Chicos y Guillermo, ¡A
comer! “Les garçons et Guillaume, à table!”
A modo de autobiografía, Guillaume Gallienne presenta
su ópera prima como director con la maravillosa “Chicos y Guillermo, ¡A
comer!”. Con un guion escrito igualmente por él, narra cómo fue crecer con una
madre que durante toda su vida fue sobreprotectora con él, el diferente, el que
no hacia deporte y el que era más, femenino.
Su madre, una señora de alta sociedad con
carácter fuerte, siempre fue dominante y lo trató con una hija, convenciéndolo
de que en realidad era una niña, situación que no ayudó en su relación con su
padre y hermanos; poco a poco vemos cómo Guillermo encuentra su propio camino,
sus propios gustos, sin dejar que la imposición de una madre cariñosa pero al
mismo tiempo asfixiante y dominante, tenga más cabida en ellos.
Una comedia que expone los más profundos
sentimientos de su protagonista y no pierde ni por un momento ese gran sentido
del humor, ni de honestidad; lo que le valió ser una de las películas más
taquilleras en Francia en 2013.
Mi vida es un
rompecabezas “Casse-tête chinois”
No por ser una comedia romántica es una mala
película, aunque muchos opinen lo contrario; y una clara muestra de la declaración
anterior es “Mi vida es un rompecabezas”; película francesa, final de la
trilogía de Cédric Klapisch, que se presenta en nuestro país como parte de la
programación del 18 Tour de Cine Francés.
Los personajes que han acompañado las dos
entregas anteriores de Klapisch, “El albergue español” y “Las Muñecas Rusas”
regresan, ahora se enfrentan a nuevos problemas, ya tienen 40 años. Xavier
(Romain Duris) en un escritor conocido en París, tiene una relación con Wendy
(Kelly Reilly) y dos hijos, pero ella ha encontrado a alguien más…en Nueva
York.
Para no estar lejos de sus hijos, Xavier decide
mudarse también, su nueva vida llena de desgracia y fatalidades, y la visita de
Martine (Audrey Tautou) una antigua novia, son la mejor inspiración para su
nuevo libro.
Klapisch cierra una trilogía que comenzó en
2002, con una visión mucho menos reflexiva y pretenciosa que Richard Linklater; pero no por eso menos
inteligente, toma las vivencias y evolución de un grupo, de una generación y
las va adaptando a los nuevos retos que se enfrentan, y por mucho que quieran
aferrarse a una juventud que vivieron, no pueden mantener ese espíritu por
mucho tiempo más, porque lo que los rodea está en constante cambio y evolución
y ellos deciden si avanzan o se quedan estancados, y sobre todo, rescatando su
esencia, sin miramientos de lo que los demás puedan opinar o decir al respecto.
"Une
rencontre" (Un Encuentro)
Como parte de la 18va edición del Tour de Cine
francés podemos encontrar ésta gran película, escrita y dirigida por Liza
Azuelos, a quién recordamos por la muy divertida LOL, la original francesa, no
la mugre con Miley Cirus. En fin, “Un Encuentro” más que ser una historia de
amor, desmenuza el deseo, eso que hace que nos volvamos impulsivos, cero
pensantes y pasemos más de media vida pensando ¿qué hubiera pasado si me
hubiera atrevido?, ¿valdría la pena? Y así es como los protagonistas comienzan
a sentirse después de haberse conocido en una fiesta en honor a ella, una
escritora; él un abogado amigo de su editor.
Pero como la vida se cansa de demostrar,
incluso en el cine, las cosas no son fáciles, él está felizmente casado y tiene
una familia; ella está superando un divorcio y también tiene una familia; y es
aquí cuando la directora deja de lado los tintes moralinos y a los personajes
que sólo son buenos o malos y experimenta, con gran acierto, el comportamiento
humano con las fortalezas y debilidades de las que cada uno es capaz y sobre
las que cada uno decide.
Los protagonistas son ya conocidos en el mundo
del cine francés, Sophie Marceau, con quien ya había trabajado la directora en
LOL y François Cluzet, a quién
recordamos como el parapléjico millonario de “Intouchables”.
9 meses de condena “9
mois ferme”
La comedia francesa es una constante en el Tour
de Cine Francés, y uno de sus más grandes aciertos. Albert Dupontel, presenta ésta historia sobre una juez adicta
al trabajo que queda embarazada pero no se da cuenta de ello, hasta que es
demasiado tarde; pero el misterio más grande es ¿Quién es el padre?
Con la actuación de Sandrine Kiberlain, a quién
recordamos por películas como “Le petit Nicolas” y “Flash-Back”; en el
protagónico, y el mismo Albert Dupontel. Es una historia que no busca
rebuscarse, no tiene grandes trucos bajo la manga, y la simpleza es su mayor
virtud, porque esto permite conocer más a fondo a los personajes, cada uno con
una personalidad completamente definida, pero que al final también pueden salir
un poco de su ensimismamiento y de su autoconcepción y evolucionar, porque uno
no puede ser un solo adjetivo siempre.
Dupontel muestra una historia que hemos visto
muchas veces antes, la mujer que no quiere tener hijos y por una situación u
otra termina embarazada de alguien que no es de su agrado; pero el ángulo desde
el que nos lo muestra es lo diferente y lo que sale de éste molde de comedia
romántica, para convertirse en simplemente una tragicomedia que enfoca sus
esfuerzos más en los personajes que en lograr un romance.
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