Lucy

Es la nueva película de Luc Besson, a quién recordamos por películas como “El Quinto Elemento” y “León: The Professional”.

Nuevamente regresa a la ciencia ficción con toques futuristas y un tanto existencialistas, retomando el mito de que los humanos utilizamos únicamente el 10% de nuestro cerebro, y si con tan sólo ese mínimo porcentaje hemos inventado numerosas herramientas como aviones, bombas atómicas, cohetes y automóviles, qué no se podría lograr al llegar a un 100% de nuestra capacidad.

Con Scarlett Johansson como la joven e ingenua protagonista, Min-sik Choi (recordemos Old Boy) como un villano que parece ser muy malo, pero al final parece demasiado tibio y Morgan Freeman en un papel que ya había representado en Transcendence, pero ahora sin afro blanco; Lucy es una película que prometía mucho y entrega poco, eso sí, sigue siendo indiscutiblemente mejor que la de Johnny Depp, a la que hace un guiño nada discreto. Con imágenes de animalitos mientras se hacen reflexiones existencialistas se va llenando el tiempo en la pantalla y realmente no alcanzamos a saber mucho de lo que realmente nos interesa en la historia. Algunas escenas de acción hacen la película mucho menos lenta, pero no se aprovecha por completo el elemento sorpresa, el clímax y no hablar del desenlace, que funciona más como una fórmula ya probada anteriormente, que una respuesta real a lo que se vino cuestionando durante la película.

Luc Besson ya no es lo que era, tanto Transportador no le ha hecho nada bien y con ésta película tristemente lo demuestra.