No hay nieve pero como si la hubiera, ésta navidad pinta para vivirse envuelto en cobijas y ropa térmica, refugiandose donde se pueda de éstas horribles temperaturas, uno de los mejores lugares para buscar refugio es sin duda el cine.
Y como siempre los encontramos llenos de películas con motivos navideños, dos de las más populares éste año son las secuelas "Guerra de papás 2" y "La navidad de las madres rebeldes" ambas con pretexto de celebrar la navidad se centran en la dificultad de criar retoños, amarlos, respetarlos y no perderse como féminas y hombres en el intento.
Lo que definitivamente se pierde al ver éstas dos películas es el temor, sobre todo al ver "Guerra de papás 2" que de por si su precursora es bastante mala, se superaron por completo para realizar ésta segunda entrega, lo peor es ver que Sean Anders aún consigue trabajo después de dirigir "That's my boy" con Adam Sandler y escribir "Dumb and dumber to", ambas con el mismo humor misógino que en ésta época resulta sorprendente se siga utilizando con super modelos en pantalla con poca ropa y machos alfa descerebrados.
Uno de los peores momentos en "Guerra de papás 2" es el musical de la redención paternal casi al final de la película en donde todos los actores hacen gala de sus (para nada) talentosas voces cantoras, incluyendo a John Cena quien al parecer ya le agarró gusto a aparecer en películas; ademas de la penosísima aparición de Chesley Sullenberger al final de la película.
La "historia" es un mal chiste contado una y otra vez en un tortuoso loop en donde los hombres luchan internamente entre mantener su estatus de masculinidad y demostrar dejos de inteligencia, y las mujeres (shame on you Linda Cardellini y Alessandra Ambrosio) son un mero adorno robotizado incapaces de emitir juicios y sólo útiles para vestir hijos, cocinar y envidiar super modelos.
Sin duda una de las peores películas de éste año, pero lamentablemente no la peor que ví, pero eso ya es material para un post aparte.
En cuanto a "La navidad de las madres rebeldes", tampoco hay cómo ayudarle, sobre todo porque es vendida como una redención de la lucha de las mujeres por ser más ¿libres y ellas mismas? Cuando la verdad es que es todo lo contrario, no deja de caer en clichés tan viejos como Matusalén llenos de strippers, madres controladoras porque lo único que buscan es la perfección ante los demás, mujeres "libres" que abandonan a sus hijos y para lo único que usan esa libertad es para emborracharse, porque claro, girls just wanna have fun.
El peor error de Jon Lucas al escribir y dirigir ésta secuela (quién por cierto dirige y escribe la primera parte) es creer que sus personajes femeninos realmente están empoderadas y son seres inteligentes que luchan por lo que más quieren y merecen en el mismo tono que el comercial horrendo de yoplait, que pueden ver aquí, en donde todas lo único que deseamos es no lavar tantos platos, ir de compras, ser devotas de los hijos y vernos bien al final del día.
Lo más preocupante de todo esto es que las venden como películas familiares, cuando en realidad son intentos de comedia en donde el respeto y la inteligencia son términos inexistentes y sin importancia.
Sin duda es una triste y retrógrada navidad la que vamos a pasar.
Y como siempre los encontramos llenos de películas con motivos navideños, dos de las más populares éste año son las secuelas "Guerra de papás 2" y "La navidad de las madres rebeldes" ambas con pretexto de celebrar la navidad se centran en la dificultad de criar retoños, amarlos, respetarlos y no perderse como féminas y hombres en el intento.
Lo que definitivamente se pierde al ver éstas dos películas es el temor, sobre todo al ver "Guerra de papás 2" que de por si su precursora es bastante mala, se superaron por completo para realizar ésta segunda entrega, lo peor es ver que Sean Anders aún consigue trabajo después de dirigir "That's my boy" con Adam Sandler y escribir "Dumb and dumber to", ambas con el mismo humor misógino que en ésta época resulta sorprendente se siga utilizando con super modelos en pantalla con poca ropa y machos alfa descerebrados.
Uno de los peores momentos en "Guerra de papás 2" es el musical de la redención paternal casi al final de la película en donde todos los actores hacen gala de sus (para nada) talentosas voces cantoras, incluyendo a John Cena quien al parecer ya le agarró gusto a aparecer en películas; ademas de la penosísima aparición de Chesley Sullenberger al final de la película.
La "historia" es un mal chiste contado una y otra vez en un tortuoso loop en donde los hombres luchan internamente entre mantener su estatus de masculinidad y demostrar dejos de inteligencia, y las mujeres (shame on you Linda Cardellini y Alessandra Ambrosio) son un mero adorno robotizado incapaces de emitir juicios y sólo útiles para vestir hijos, cocinar y envidiar super modelos.
Sin duda una de las peores películas de éste año, pero lamentablemente no la peor que ví, pero eso ya es material para un post aparte.
En cuanto a "La navidad de las madres rebeldes", tampoco hay cómo ayudarle, sobre todo porque es vendida como una redención de la lucha de las mujeres por ser más ¿libres y ellas mismas? Cuando la verdad es que es todo lo contrario, no deja de caer en clichés tan viejos como Matusalén llenos de strippers, madres controladoras porque lo único que buscan es la perfección ante los demás, mujeres "libres" que abandonan a sus hijos y para lo único que usan esa libertad es para emborracharse, porque claro, girls just wanna have fun.
El peor error de Jon Lucas al escribir y dirigir ésta secuela (quién por cierto dirige y escribe la primera parte) es creer que sus personajes femeninos realmente están empoderadas y son seres inteligentes que luchan por lo que más quieren y merecen en el mismo tono que el comercial horrendo de yoplait, que pueden ver aquí, en donde todas lo único que deseamos es no lavar tantos platos, ir de compras, ser devotas de los hijos y vernos bien al final del día.
Lo más preocupante de todo esto es que las venden como películas familiares, cuando en realidad son intentos de comedia en donde el respeto y la inteligencia son términos inexistentes y sin importancia.
Sin duda es una triste y retrógrada navidad la que vamos a pasar.
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