Por fin estrenó en Prime esta segunda temporada de una de las mejores series que he podido ver en éste año, con la revelación de Rachel Brosnahan como Miriam Maisel, una ama de casa en los 50 a quien su esposó abandonó y ahora persigue una carrera en el stand up de una manera muy prometedora junto a su agente Susie Meyerson.
Esta segunda temporada retoma la carrera de Miriam junto a su vida con sus padres y un verano de vacaciones que se convierte en mucho trabajo y malabares para cumplir tanto con su nueva profesión como con su familia.
Los personajes maduran de una manera muy interesante desarrollando más su personalidad, dándole más peso a los padres de Miriam quienes ya no se quedan en el fondo simplemente juzgando y se roban gran parte de la historia.
Los primeros capítulos no son tan buenos como lo que veníamos viendo pero ya para el tercero la serie vuelve a su ritmo y cada capítulo que pasa nos deja con ganas de más.
Es una serie que da para muchas temporadas más y como va evolucionando hasta ahora promete convertirse en una de las mejores que hayamos visto.
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